martes, 4 de diciembre de 2007

Como decía mi mamá... (i)

Los padres... cuanto saben, y que poco caso les hacemos...
Ultimamente mi madre acostumbra a enviarme muchos emails que escribe ella para mi hermano y para mi. Y me he dado cuenta que cada uno de ellos encierra mucho conocimiento y sobre todo experiencia. Como lo mejor que se puede hacer con las cosas buenas es compartirlas, comienzo así la serie de post "Como decía mi mamá...", en ellos compartiré con los pocos lectores de este blog, esas cosas que sabias y que tanto me ayudan a crecer, que me dice mi mamá.

Espero que a vosotros también os sirvan ;)

Vamos allá!


SENTIMIENTOS


Los más básicos son:

  • Alegría
  • Tristeza.
  • Miedo
  • Agrado
  • Desagrado
  • Asco.

Diferentes situaciones de la vida despiertan en nosotros intranquilidad, desasosiego, desajuste fisiológico o emocional...

  • Si ese estado tiene un carácter positivo ( alegría, agrado...) nos conduce a la EXCITACIÓN.
  • Si, por el contrario, tiene un carácter negativo (tristeza, miedo, desagrado...) desencadena en nosotros ANSIEDAD. Esta nos puede conducir, en situación extrema, hasta un estado de ANGUSTIA VITAL (en este estado, parece que nos falta hasta el aire para seguir viviendo).

Las respuestas más básicas que los humanos solemos dar ante situaciones que despiertan en nosotros sentimientos negativos, o hasta reacciones fisiológicas negativas ( diarreas, asma ..), suelen ser:

  • Revelarse y luchar hasta conseguir el ajuste.
  • Huir de la situación desencadenante de ese desajuste.
  • Adaptarte para sobrevivir.
  • Permanecer inmóvil, paralizado, en situación de indefensión, esclavo de uno mismo. ( Esto si que es jodido).

No nos vendría mal que, ante situaciones negativas que nos desajustan, intranquilizan, desasosiegan... aprendiéramos a identificar nuestros sentimientos y buscar respuestas que nos ayudaran a restablecer el equilibrio emocional.

Es fácil dar esas respuestas desde un plano fisiológico: Tenemos hambre y buscamos pan, sed y buscamos agua etc. No permanecemos inmóviles, castigándonos sin buscar la manera de restablecer el equilibrio que nos permite seguir viviendo.

Del mismo modo, desde el plano psicológico, tenemos que ser capaces de identificar que sentimos emocionalmente ante una situación que nos intranquiliza (en este caso no sería hambre, sed; sino miedo, desagrado etc..) e intentar buscar el mecanismo adecuado( no pan, ni agua; sino huir, revelarte, adaptarte...) para restablecer el equilibrio emocional.

Ardua tarea, queridos, pero todo es proponérselo. Ya sabemos. “QUERER ES PODER” y podemos más de lo que creemos.

TODO SEA POR SENTIRSE UNO BIEN. Por ahí hay que empezar para poder irradiar ese bienestar que termina contagiando al otro. Eso si, si el otro está receptivo y no armado hasta los dientes para defenderse de todo (bueno y malo).

En otro momento os contaré algo sobre “la huida del bienestar con uno mismo por miedo a...". De esto se un poquito, lo he sufrido en mis propias carnes. (Vivir en un internado en periodo de dictadura pesa mucho, muchísimo... y marca para toda una vida)

Bueno, todo esto viene a colación de algunos sentimientos desencadenados por la invasión y la pérdida. ¡Ojo!, sin ánimo de señalar a nadie. Me estoy proyectando.


FIN

No hay comentarios: